Súper
bebé y su almohada: inseparables desde la hora de la teta hasta para sentarse o
ponerlo boca abajo. Algunas de ustedes tienen una almohada de lactancia, yo
tengo dos. Una es de la Hermana Mayor, con color típico de mujer: rosado.
Como
ella está en la etapa del «mío», no me
quedó otra que comprarle a Nico su almohada. Buscando marcas, me encantó una en especial, de la marca Kurrukukú. El diseño jaló mi ojo y decidí comprarle.Desde ahí, la almohadita de Nico ha tenido múltiples funciones, como ya lo mencioné arriba (pero también me sirvió como almohada, jajaja).
OJO: La almohada de lactancia no es un producto obligatorio, la puedes utilizar
o no, como te parezca y esté a tu alcance. Si puedes comprarte una, pues te
recomiendo la de Kurrukukú.
Carmen Silva, gerente general de
Kurrukukú nos contó algo más sobre su empresa:
¿Cuál fue la inspiración
para crear tu negocio?
Mi inspiración fue mi bebé
Santiago. Quise hacerle un regalo hecho con mis propias manos, me puse manos a
la obra y le hice unos baberitos que les gustaron mucho a mis amigas, quienes
me pidieron que haga más para sus bebés.
Como se acabaron rapidísimo, se me prendió el foquito empresarial, creé
mi fanpage y empecé a venderlos por Facebook con muy buena aceptación. Así
empezó todo.
Los niños son criaturas
alegres, espontáneas, coloridas y súper divertidas, y en mi opinión, su ropa
también lo debería ser. Por eso, quiero ofrecer una alternativa al típico
rosado y celeste que ya abunda. Uso colores y figuras que llamen la atención
del bebé y que estimulen su desarrollo y creatividad. El concepto de la marca
consiste en ofrecer accesorios para bebés de 0 a 3 años que además de ser
originales y divertidos, sean de muy buena calidad.
¿Cuál es la ventaja
diferencial de tu producto/servicio?
Mi producto estrella: el
Babero Bandana Kurrukukú,
que se diferencia del resto de baberos primero por su
diseño original -en forma de pañoleta-, que sale de lo común y que ayuda a
realzar cualquier outfit. Segundo, porque viene en variados y llamativos
diseños y no hay otra opción actualmente en el mercado; y tercero, porque no es
solo decorativo, realmente absorbe la babita del bebé y mantiene protegida la piel y ropa del
engreído de la casa.
Tuve a Santiago 8 años
después que mi nena Adriana porque extrañaba tener un bebe en casa, y Santiago
llegó para enriquecer nuestras vidas. Sus hermanos, que son muy protectores, lo
adoran, y su sonrisa nos alegra los días.
para dar de lactar en lugares públicos, porta-chupones, cubre-pañales y, recientemente, hemos sacado las almohadas de lactancia, pajaritas (conocidas en Perú como «corbatitas michi») y los moisés, que son preparados a pedido.
Kurrukukú esta participando de nuestro sorteo por la semana de la lactancia materna .
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