Hace más de un año, un varón me dijo: gorda,
despectivamente, como insulto. Nunca en mi vida me habían tratado de esa forma, me decían gorda; pero no como insulto, siempre fue con cariño.
Cuando le comenté a Jaime, estuve con uno nudo en la garganta, quería
llorar de la impotencia de no haberlo agarrado de cachetadas a ese hombre. Jaime siempre desde que nos conocimos me ha hecho sentir bien, es la persona que siempre me ha levantado los ánimos cuando me he siento las más fea del mundo (sí, malditos estereotipos) Desde ese entonces me mire
al espejo, tenía un gran cambio, mi cuerpo no era de la chica de 22 años. Mi
cuerpo cambio y por completo. Las estrías se asoman, la celulitis, el abdomen
flácido y la talla de pantalón 30 ya no te queda más. Quizás por eso
no compraba mucha ropa, no quería, ¿para qué iba hacerlo? Con este cuerpo
que me voy a poner ja , baja autoestima ¿no? No me arreglaba para nada, y yo
siempre me ponía algo para salir, al menos delineador jaja, en ese tiempo ni eso.