¡Adiós, pañal!

Pensé mil veces para escribir este post, porque la situación que estamos pasando es diferente, nos ha resultado súper sencillo y rápido, y así es como se están dando las cosas.

Confieso que el año pasado (2014) me tenía hostigada la famosa pregunta: «¿cuándo dejará el pañal?», y los comentarios de que hace mucho calor, debería de enseñarle. En mi intento fallido de sacarle el pañal, me sentí mal, solo un día duré. No me gustaba que orinara en todos los lugares, que se ensuciara su trusa, pantalón y zapatos. Fatal, totalmente. No me gustaba verla así, decidimos con su papá que ella se sacaría el pañal cuando ella decidiera, sin presiones, ni falta de respeto a ella. Por último, nosotros gastamos, los demás no. Qué discurso me mande, pero fue así.

La verdad es que, con la llegada del bebé, ella quiso su pañal también. Teníamos que entenderla, no era fácil. Y no todo era felicidad, ella sufre de rozadura de pañal, y no podía estar mucho rato con pañal sucio porque sus genitales se ponían rosados. No le gustaba que le cambiáramos, entonces la lavábamos rápidamente, cremitas, le poníamos una trusa  y después pañal. De igual manera, le compramos su bacín y ella lo tenía de juego, a veces se sentaba, pero con todo y pantalón. Igual no le hacía mucho caso.
Pasaron los meses y llegamos a fin de año. Ella comenzó a reconocer que hacía «pis», pero no pedía, solo me decía: «Mamá, pis». Eso era un paso más de la etapa. Los días pasaron, ella se levantaba temprano y no la encontraba con el pañal puesto, estaba sin nada. Le preguntaba por qué se había quitado el pañal y me decía que era pis. Esa era otra señal.
Estaba contenta, poco a poco manejábamos nuestra operación pañal sin mucho sacrificio. Al pasar las semanas, algo curioso pasaba: la niña sabía qué era pis y popó, y cada vez que lo hacía se iba a la habitación a quitarse el pañal, limpiarse y colocarse otro. Bueno, no es que lo hacía, sino que intentaba. Cuando la descubrí, fue una gracia total, me dio mucha risa, pero a la vez estaba feliz, ese era un paso gigante de la aventura de pasar a los calzoncitos. Una vez más le pregunté: «¿Clau, deseas pañal?» Y me dijo que no. Bueno, no la quise presionar.
Y así durante días estuvimos, hasta que llego mi mamá y le puso su trusa, y sin preguntar ella se dejó. No pasaba la voz, solo se tocaba. Una vez, la llevamos a su bacín y no orinó. Al poco rato, lo hizo, pero en el piso. Se asustó, me  dio pena, mucha pena, no quería eso. No le dije nada a mi mamá porque sé que ella no lo hizo de mala intención, en fin. Le coloqué su pañal y listo, contenta. Al día siguiente, ella se sacó el pañal, busco una trusa y me la dio para colocarse, ¿y qué creen? ¡Aceptó! Feliz, emocionada, confiaba en ella, sabía que lo iba hacer muy bien, sin susto, ni nada parecido.
¡Vamos, Clau! ¡Tú, puedes!
Y ese mismo día me pidió «Pis, mami», feliz, contenta, llena de seguridad. Y me pregunta era: «¿Seguirá así el resto del día?» Pues sí, desde ahí me avisa para ir al baño, y eso no es todo (lo escribo con mucha emoción): ese mismo día me pidió «Popó» y también lo hizo. Aún recuerdo con foto y todo para mandarlo por whatsapp a su papá… jajaja.
El control de esfínteres estaba resuelto con nosotros. En las noches es poco lo que orina o casi nada. De todas maneras, le coloco su pañal  y aunque muchas personas piensan que colocándole pañal en el prodecidimiento hacen lo que los niños retrocedan, pues puedo decir que es falso, ella a veces ha salido con su pañal en el proceso, aunque en el taxi muchas veces me ha dicho que quiere orinar, le digo que tiene su pañal podía hacerlo ahí, así que nunca retrocedimos. Siempre confié en ella y en su capacidad.  Nunca le di premios, porque como han leído, fue todo muy rápido. No he utilizado muchas trusas o calzones, tenía 4 y  bien bonitas, así que con esos empezamos. No le gusta mucho su bacín, así que de frente al inodoro.
Repasemos, entonces, cuáles son las señales para dejar el pañal (en resumen):
1.       Reconocen su pañal mojado o sucio («Mamá, pis», «Mamá, popo») y piden que se los cambien rápidamente.
2.       Se quitan los pañales por incomodidad y/o no desean el pañal.
3.       Quiere imitar lo que hace mamá en el baño (a mí me acompañan los dos.. jajaja)
4.       La última señal es que él o ella lo dice es muy seguro: «Mamá, pis» y te jala al baño. Ese momento es único (con su primera foto y todo)
No te puedo aconsejar premios o algún aparato para entretener mientras están en el baño, porque nunca lo utilicé, tampoco le decía a cada rato: «¿Quieres hacer pis?» «¿Quieres hacer popo?», si no pobre, la tuviera estresada con esas preguntas. Es como que nos digan en el trabajo «¿Ya terminaste? ¿Estas avanzando?». Así lo hagas bien, te molesta, imagínate un niño. La edad del niño y con dejar el pañal es de acuerdo a su desarrollo (he leído y dicen a partir de los 18 meses a 24 meses, bueno nosotros nos demoramos, comenzó a pedir a los 33 meses),  sin apuros, ni prisas. Tú niño no siempre usará pañal,  debemos tener paciencia al no forzar a nuestro hijo, llegará el momento, quizás otros serán bien rápido, pero otros como la Hermana Mayor demorarán, pero a las finales, sin pañales. La primera vez, será para no olvidarse.

«¡Lo lograste! Y no es suerte, te di tu tiempo».


2 comentarios:

  1. Hola!! ya estoy por aquí ‪#‎BEEtag‬ de lunes!!

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  2. Bufff, esa estapa la he pasado,. Y a todos lso amigos que conozco que se han quedado les he dicho que si quieren un segundo , antes del cambio de pañal, pues el cambio de pañal, es ya otra cosa. Es decir, ya no tengo bebe. Bueno te sigo y me quedo por aqui, te conozco gracias a ‪#‎BEEtag‬

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