El primer hijo: la persona que te cambia el mundo, te confundes,
bloqueas sentimientos, te llega el estrés de madre primeriza, te sientes
culpable de por vida porque crees que las cosas no lo haces bien porque la
gente te señala, te juzga, te manda o te da "consejos" esa palabra es
lo peor para una mamá recién estrenada.
Con el primer hijo supiste que darías la vida si fuera necesario, es tu maestro
de vida, tu fuerza para esas noches que no puedes más, tu todo.
Es un amor incondicional, es el amor más puro. Tu primer hijo está ahí paradito
a lado tuyo cuando necesites que alguien te pase los pañitos húmedos para
hermano menor. Quizás te diga: mami, ¿quieres pañal? Mami, bebé quiere teta.
Mami, bebé tiene sueño. Mami, bebé llora y seguro le dirá ya bebé, ya paso. Sí,
en ese momento llorarás y dirás que tienes el mejor hermano del mundo y sacarán
un enorme babero para ti cuando lo veas jugar con su hermanito.
¡Ay, Hermana mayor! Me haces suspirar.
Te miro y creces feliz. Te prometo que estaré contigo en todo momento. Tú eres
nuestra primera ilusión, el primer amor. Hasta ahora recuerdo el día en que te
vi, la primera vez que te cargue, no sabía cómo tenía que hacerlo, no sabía cómo
sujetarte en mis brazos, solo quería abrazarte y llenarte de besos.
Me enseñaste que dormir como un bebé, no era dormir de largo; dormir
como un bebé es dormir y despertarse cada dos horas por muchos meses, no, no me
arrepiento de nada.
Me enseñaste que la vida y más aún la maternidad no es color de rosa, pero
ahora te das cuentas, me levantas con una sonrisa, y un abrazo fuerte.
Me enseñaste que es mejor reír que llorar, es mejor jugar con unos
cartones viejos y un par de frazadas, es mejor ser humilde y nunca fingir
sentimientos.
Me enseñaste que tu teta era tu consuelo, mis brazos tu seguridad y mi paciencia tu estabilidad.
Solo tú y yo sabemos cuántos nos amamos y nos comprendemos, somos dos
locas amorosas, con sensibilidad al máximo, justicieras a morir, nos encanta
como helados y galletitas, nos encanta andar descalzas, vivir de manera fresca
la vida.
Tengo un montón de errores contigo, siempre te pido perdón, no terminaré
de decirte lo mucho que significas en mi vida. En las noches te pienso, y sabes
un secreto, siempre estoy viendo la manera de hacerte feliz al día siguiente, y
me imagino tu carita diciéndome: “Gracias, mami”. Yo también soy hermana mayor
y en algún momento me sentí desplazada o pensaba que mi mamá quería más a mi
hermana; pero ahora más que nunca la entiendo, no podemos dividir nuestros
sentimientos y siempre tratamos de ser justas, por eso no te amo menos, te amo
más y te entiendo más.
Ahora te extraño, extraño tenerte en mi pecho; pero ya pides tú espacio,
cuando quieres que te carguen yo estoy ahí dispuesta hacerte upa y darnos
vueltas sin parar.
Esta historia no terminará aquí, porque estoy dispuesta a escribirte y
decirte al oído lo mucho que te amo, que tú eres la mejor hermana mayor.
Fotografía de Luz Robles Photography
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