¿En serio «los terribles 2 años» existen? Más de una
oportunidad me han dicho que Claudine está
entrando a la etapa más «difícil» de
su vida, con solo dos años de edad. Ahora, que dentro de poco cumple 3 años, puedo
decir que el 2014 fue hermoso, con tantas
cosas que hemos aprendido, tan dependiente y a la vez independiente de
nosotros. Cada paso que hemos dado con ella ha sido maravilloso. Claro, como
cualquier niño ha tenido sus rabietas y berrinches, con el típico «No, mamá»,
«No, papá», pero nada de eso opaca todo
lo vivido con ella, con sus travesuras y ocurrencias. Pregunta e imita, baila y canta, es una
actriz increíble de películas para niños. más son los momentos bonitos. |
La etapa de los dos años comienza con las pataletas, es
totalmente normal, no es que sea un malcriado o malcriada. (Alguna vez la Hermana Mayor, hizo berrinche en un centro comercial, lo
teníamos que manejar con delicadeza, pero supo entender). Debemos tener
herramientas de disciplina positiva para nuestros niños: gritos con gritos, no
funciona. Ellos tienen sus propias frustraciones como para gritarles, y hay ocasiones
en que los padres llegan a los correctivos físicos. ¿Pero es necesario llegar a
tanto? No, porque ellos entienden, con el lenguaje del amor y de la compresión,
debemos de escucharlos, son nuestros hijos. No es que sea su edad «terrible»,
lo dejamos con sus frustraciones y punto, ¡no! Debemos hacer que se sientan
amados, que mamá y papá están para darles esa seguridad. Ahora entiendes porque
no debes decirle «terribles 2 años». El amor y la seguridad no pueden ser
terribles. Mi hija es súper activa, traviesa etc., pero no puedo decir que es
terrible, porque nuestro lenguaje es diferente, disfrutamos, jugamos, reímos
cada momento, lloramos si se cae, la abrazo cuando yo la necesito y viceversa.
«El mundo es cada vez más insensible con ustedes, los niños. Tanto maltrato físico y verbal… pero haremos algo bonito: sé feliz, sonríe a todos, se tú mismo, porque cuando sale Claudine de su nidito al mundo, no le importa nada. Brinca, baila, juega… esa eres tú, mi niña feliz con sus dos hermosos años».
Antes de esa foto hizo berrinche. |
Ella y sus hermosos dos años no tienen comparación, porque
me están enseñando el nivel de mi paciencia, de mi humor. Es que lo diálogos
con ella son momentos únicos, que solo me hacen pensar que cuando esté una
señorita, no solo hablaré con una hija, conversaré con una amiga.
Sigo soñando que esta hermosa etapa no termine, por el
contrario: que es bella. No sé cómo pasaré esta etapa con mi hijo menor, seguro
será más travieso e inquieto, pero son etapas, nada dura para siempre y hay que
vivir la vida como si fuese la última.
0 comentarios:
Publicar un comentario