41 semanas: "La espera desespera"

Voy recordando mi barriga en cada embarazo, y solo me pregunto: ¿41 semanas? ¿Tanto?
41 semanas de la Hermana Mayor
La mayoría está de parto antes de las 39 semanas o se pasan 1 semana más. Pero yo no, me pasé un poquito más. En pleno verano, era terrible, no aguantaba mi barriga -es en serio. Es que yo esperaba que a fines de febrero iba a parir a la Hermana Mayor, y que en quincena de enero iba a parir al Súper Bebé, pero los dos se pasaron. Sí, ya sé que es normal, pero solo las que han pasado esto me comprenderán. 
Esperas unas semanas antes el día en que ya te vengan las contracciones, te sientes bien macha y dices: «¡Vengan a mi contracciones!». Haces de todo para apresurar el parto, porque ya te falta un día de tu fecha probable de parto, te tomas harto té, comes un buen ceviche con su ají (esas cosas no hice, me contaron) o, de lo contrario, te vas a caminar a todos lados, y en eso… falsa alarma: contracciones. Y crees que ya es el momento, pero nada, te das un baño antes de irte a dormir pensando que de repente es tu último día con tu hermosa barriga, pero ¡sigues con tu enorme barriga! Y así pasaron dos,  tres, cuatro días, y la  angustia que sientes por conocer a tu bebé, la preocupación, son inevitables. El stress que te causa escuchar de todo el mundo: «Ya, ¿para cuándo nace?». Lo pasé y todos se preocupaban, y decían cosas como: «Ya deberían de hacerte una cesárea o inducirte el parto». Era muy frustrante, yo no quería eso, pensaba en tener a mis bebés en parto normal y natural, lo que no se dio con la Hermana Mayor, pero con mi robusto Súper Bebé sí, así fue.
41 semanas de Súper Bebé 
La historia de Clau fue casi a fuerzas, porque ella estaba cómoda en su casita, no quería salir. Fue terrible mi parto, pero ahora es una anécdota más. Y así sobrellevé el parto del segundo bebé, con 41 semanas, con calor insoportable, bañándome dos veces en la noche, dormía a las 3:00 a.m.; el stress se apoderó de mí, porque ya quería conocer a mi niño, pero a la vez, trataba de aprovechar y pasar esos días con mi niña. Aún recuerdo que días antes de parir a Nico, sentía al aroma bebé en mi casa, olor a leche, y ese instinto no me falló, porque ¡oh, sorpresa! ¡El tapón mucoso salió a la luz! Ese día salté de la emoción. ¡Al fin quiere conocer el mundo! Le comente a una amiga obstetra y me dio una paz cuando me dijo que faltaba poquito, y fue tan cierto que después de dos días entré en trabajo de parto, mi cuerpo estaba preparado, era todo nuevo, no conocía ese famoso tapón mucoso, no conocía las contracciones rítmicas y lentas. También, tenía miedo, ese miedo de primeriza. Solo cuando escuché en los dos partos: «Señora su niñ@ está bien», me quedé tranquila.

Si alguien de tu entorno pasa algo similar, no le digas nada por su estado, por el contrario: dale calma, dile que todo saldrá bien mientras disfrute de su embarazo. Y si es mamá por primera vez, que disfrutes las salidas con el esposo o las amigas. ¡Qué duermas mucho! Eso es lo que extraño más.



1 comentario:

  1. Te entiendo tanto. Con el primer embarazo me dejé inducir, y no me arrepentido de algo tanto como de aquello. Con el segundo llegué a la 41+5!!!!, y me puse de parto solita; le dí todo el tiempo que necesitó, a pesar de sufrir tanto calor y tantas molestias. Que importante es respetar a tus hijos desde el principio, dejándo que sean ellos los que decidan cuando nacer.

    ResponderEliminar