Mi miedo

Entre a ese lado oscuro que muchas no quisiéramos pensar, ni entrar, ni sentirlo, ni siquiera pensarlo, es inevitable, me cuesta mucho confesarlo, pero no sé qué sería de mí el día que te pierda.



Hace más de una semana escuche a mi mamá llorar por teléfono,  con temor, preocupación, por amor; mi papá estaba muy delicado (felizmente ahora recuperándose) pero el llanto de mi mamá me movió las tripas, el corazón, el cerebro, todo; no solo porque sea mi padre, es por el sentir de mujer, de esposa, de amar a tu pareja. Sentí que mi viejita se quería morir, se quería desvanecer, estaba sola, su compañía de más de 24 años estaba mal, y uno en esas situaciones se pone a pensar miles de cosas. En ese lapso de tiempo pensé que sería si me tocara una situación similar, como lo afrontaría, como estaría, tengo que admitir que soy débil en ciertas cosas, mi familia, mi esposo, mis hijos son mi debilidad, si ellos están mal yo también me pongo igual, pero él, Jaime, me enseña a ser fuerte cada día.


A veces hablamos de la muerte: “Cuando yo me muera…” y no sabemos la magnitud que pueda ocasionar en algunas personas, las que no estamos preparadas, las que tenemos miedo a la muerte. Cuando el pronuncia esa frase, lo primero que hago es lagrimear, porque no sé si pudiera resistir que la mitad de mi vida se fuera, le digo: Yo me iré primero. No resistiría ver a la gente que amo irse primero.
Cada día es de temor: si ya llego bien al trabajo, o que llegue bien a casa, que este con nosotros, bien, sano, alegre, es preocupación de todos los días.

Se ha convertido en mi muro, me hice dependiente a su amor, a su compañía, a su voz, a sus abrazos en las noches, a todo él. Por eso ese día y los demás que escuchaba a mi mamá: Mi viejo (por mi papá) ¿Cómo estará? Estaba preocupada por todo, por ella quedarse a dormir parada a su lado.
El amor de pareja es único, poderoso, hermoso, rico. Por eso no sabría que hacer sin este chico que está a mi lado, que no se pierde ningún momento; me abraza, me besa, me dice que me ama, que soy su tesoro, tú también eres mi tesoro; por el momento disfrutarlo, disfrutarnos. Me imagino que el miedo será de ambos, pero esta vida no nos pertenece, vamos de pasadita, nosotros debemos de saber superarlo.
Tengo que superar mis miedos, mi temor, pero eso no es lo único que debo superar, son muchas cosas que tengo en el corazón y en la mente que me hacen flaquear de la pena...

Quiero pensar que estaré a tu lado hasta que los dos juntos cerremos los ojos; sí, seguro seré una superficial, que no puede enfrentar esas cosas y ser tan sensible. Solo sé que quiero despertar a tu lado todos los días, que me digas siempre pero siempre los fines de semana: ¿Qué quieres de desayunar? Y te vayas a preparar todo. 
Siempre serás mi eterno compañero, mi amigo, mi amante, mi tesoro, mi amor infinito. Volemos juntos, quiero navegar todo el océano contigo. Que me lleves lo más lejos posible, gritar que te amo, que mi vida esta tu amor y la promesa que nos hicimos. 








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