Cuando eres mamá, los consejos van y vienen. Algunos son
acertados, y otros no tanto. Algunas cometemos los errores, claro, sin saberlo,
y cuando nos enteramos, queremos ahorcar (literalmente hablando) a la persona que nos dio «el gran consejo».
Claro que siempre lo dicen porque hay diferentes maneras de criar, pero hay que
hablar y recomendar con sustentos.
Ahora yo escribo un post diferente, consejos que hubiera
querido recibir. Dedico a dos grandes
amigas que ya tendrán a sus bebés en brazos. Saben que las quiero un montón y
siempre estaré para ellas.